domingo, 19 de septiembre de 2010

No soy sho, sos vos.

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Luego de la abrupta salida de Chita del banquillo Rojo, un sentimiento sutil y lánguido flotaba tras la ira contra la directiva del club. Un sentimiento opacado por el dolor que suponía tan repentina pérdida.

Me refiero a que muchos de nosotros, en la privacidad de nuestras casas, teníamos una espinita en contra de ese "recién llegado" que le estaba "quitando" el puesto al profe. En aquel momento, el panorama se antojaba difícil y tres victorias seguidas sobre el eterno rival, nos hicieron olvidar todo lo que había pasado, A tal punto que aun cuando el mayor merito de la onceava estrella es de Noel, ni por equivocación cantamos su nombre en la celebración de Chacaito.

Todo era felicidad y esperanza en que el equipo estaba en buenas manos. Al menos había confianza en una buena participación en Copa Sudamericana y cómo no, mantener el pie en el pescuezo de la gallina tachirense.

Ninguna de las dos cosas ha pasado del todo, pero tampoco ha dejado de pasar, todavía estamos vivos (y con bastantes probabilidades, que no tantas posibilidades) en la Nissan y los Gochos no pudieron ganarnos, a pesar de su clara superioridad futbolística.

¿Qué está pasando? Evidentemente toda la euforia por el título y el haber humillado al Táchira en su casa ya se ha disipado, dejando ver el sentimiento extraño del que les contaba al principio de estás lineas. Los resultados negativos han potenciado la incomodidad y algo aun más peligroso, la inconformidad.

Cuando un padre ve que su hijo hace lo indebido, lo reprende, por amor, y por más cruel que parezca el castigo, el hijo no deja de ser hijo y el amor no deja de existir. Pero el padre perdona y los castigos se olvidan cuando el carajito llega a la casa con buenas notas. En todo caso lo que trato de ilustrar es que en las relaciones afectivas deben haber altos y bajos, momentos tensos en los que se ponen a prueba los lazos y su fortaleza.

Quien quiera insultar a Ceferino está en pleno derecho de hacerlo, pero debe recordar que no todos los partidos se ganan, que el contrario también juega y que él puede pedir, pero a fin de cuentas no es él quien hace los fichajes.

Por otra parte quienes decidan apoyarlo, deben saber que todo tiene un límite y que el afecto se gana con hechos, como dicen por ahí "goles son amores" y que le falta mucho para llegar cerca del lugar que tiene Chita en el corazón del caraquismo.

Este Caracas no es el que le ganó a Táchira 1 a 4, pero tampoco es el Caracas de Barrabás que perdía los partidos antes de jugarlos. La actitud hace falta, tres partidos sin anotar lo confirman. Es ahí cuando la voz del líder debe escucharse. Tenemos jugadores de peso, y hay que sacarles el mayor rendimiento posible, en eso Chita es un experto (pregúntenle a Bustamante)Yo reclamo (con el respeto que se merece Bencomo) resultados satisfactorios y un juego vistoso, cónsono con la filosofía del club.
Hay tiempo para enderezar algunas cargas, y espero con amor de padre regañón que se logre. Sin embargo con ese mismo amor de padre le digo hoy al Director Técnico del equipo que amo, que ya es hora de ponerse las pilas y ganar, porque para eso le pagan.

1 Response to No soy sho, sos vos.

20 de septiembre de 2010, 12:54

Que coño tiene que ver ese titula argentinisado con el equipo del Caracas ?????. ESTAMOS EN VENEZUELA

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