El Carajito, o Mi Teoría del la Estupidez Autoprotectora

¡Que bolas! pensó El Carajito , mientras veía a su mamá irse otra vez.

-Voy a comprar leche. Ya vengo, no llores... La voz de la madre se diluía con el olor a aliños tan común a esa hora, eran las 12 y piquito, a pesar de solo contar con 4 añitos ya El carajito sabe que a esa hora huele a aliño todo el edificio, sin embargo en su casa no huele a nada porque su mamá no cocina, por eso bajó, a comprar leche para darle con pan...

¿Llorar? ¿Pa` qué? Si ya ni la pena vale: llorar no resolvía la situación, por eso el cerebrito no pide más, porque ¿De qué vale pedir cuando no le dan a uno lo que pide? Por eso fantaseaba con el olor a aliños, porque sabía que era hora del pan con leche.

Esa tragedia la viven miles de carajitos, que porteriormente -dada la baja cantidad de nutrientes ingeridos- terminan convirtiéndose en lelos testigos de lo que pasa. Y de grandes los vemos por la calle con cara de hambre (aunque hayan comido)

La culpa no es de la crisis únicamente, sino también de madres (y padres) que no se encargan de los chamos. La misma estupidez causa el pan con leche que los Mc Nuggets. Así que bien por pobreza o por comodidad estamos criando una camada de estúpidos, que con sus estúpidas caras de hambre gobernarán el mundo de aquí a poco, bien sea como Presidentes, decidiendo los destinos del país, o como Delincuentes decidiendo la suerte de los mortales como tu...